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"Indignados" de España retoman las calles a una semana de las elecciones

 





"Cambio de modelo ya", reza la pancarta que encabeza una manifestación, con la que algo más de un millar de 'indignados' recorrió el centro de Madrid desde la plaza de la estación de Atocha hasta la emblemática Puerta del Sol, epicentro de este movimiento, nacido en mayo pasado y que, sin los grandes movimientos de meses anteriores, se mantiene como un rumor de fondo.

"Estoy aquí porque estoy en contra de los recortes, de la privatización de los servicios básicos y a favor de una democracia más representativa, igualdad de cada voto", dice Rubén Torres, de 33 años.

"Protesto contra nuestro sistema electoral que discrimina a los pequeños partidos y favorece el bipartidismo", añadió Juan, de 24 años, mientras resuenan los gritos de "lo llaman democracia y no lo es", "hace falta una huelga general" o "el pueblo unido jamás será vencido".

Entre los participantes, en los que hay desde bebés llevados por sus padres hasta ancianos, cada uno tiene su propia motivación como un grupo de profesores que, vestidos con una camiseta verde, símbolo de su protesta contra los recortes en educación por parte del gobierno regional conservador madrileño.

Defensa de lo público, más participación ciudadana y medidas contra la corrupción, principalmente urbanística, y de fomento del empleo es lo que han pedido los participantes en una asamblea en la Puerta del Sol, al término de una marcha que ha sido menos numerosa que en otras ocasiones.

"Supongo que los votantes esperan un milagro, me parece increíble. Tendríamos que estar aquí los casi cinco millones de parados", dice Ángeles de la Torre, de 47 años, en referencia a la tasa de desempleo récord en el mundo industrializado de 21.52 por ciento, que fue uno de los detonantes de este movimiento, surgido a finales de mayo contra los excesos del capitalismo.

Frente a las grandes movilizaciones en meses anteriores, la llamada de este domingo a manifestarse en todo el país parece haber tenido un eco limitado.

Junto al millar de manifestantes madrileños, en Barcelona un grupo de una treintena de 'indignados' ha decidido mantener un "punto de información" en la Plaza de Catalunya, en el centro de la Ciudad Condal, que quieren mantener, al menos, hasta los comicios.

"El problema de estos movimientos es que al negarse a buscar formas de articulación política se condenan ellos mismos de un cierto modo", explica Josep Ramoneda, polítologo y editorialista en el diario El País.

Los 'indignados', que apuestan por el sistema horizontal y asambleario, "cuando se limitan a expresar sus críticas y a darle muchas vueltas a las cosas, el movimiento se va desdibujando y acaba perdiendo peso", dice Ramoneda, quien puntualiza que cuando han sido capaces de concentrarse en un tema, como los deshaucios, han conseguido darle visibilidad.

"Esperamos que haya movilización, pero en este caso nos importa más la calidad que la cantidad", decía recientemente Jaime del Val, uno de los portavoces del movimiento, antes de añadir que "es un trabajo a muy largo plazo, no acaba con estas elecciones ni en las de dentro de cuatro años".

"Tenemos que ir cultivando y el caldo de cultivo son las asambleas" que se celebran en los barrios, en los que cualquiera puede participar, concluyó.


 
Revista EMET - AFP