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Columna: *Liderazgo, el camino libre de manipulación*

 
Liderazgo, el camino libre de  manipulación
Ahora bien, la pregunta es: ¿el líder nace o se hace?; así como hay líderes que van creciendo con la misma vida (educándose y “haciéndose”)



El liderazgo como ya se dijo, generalmente es confundido con una facilidad de manipulación o programación de las masas que una persona posee, pero siendo más objetivos, no existe liderazgo alguno sin que este se encuentre fundamentado en las virtudes, puesto que una de las características del líder es que funge como orientador, y no hay orientación tal si esta no está sustentada en la conveniencia colectiva.
Lamentablemente, quien conoce acerca de la psicología de las masas, le es sencillo manejarlas a través de sus miedos, deseos, creencias, y placeres, pero en estos casos, no existe en ningún momento liderazgo. Si nos ponemos a discernir; aquél que maneja a las multitudes de tal modo, siempre será con fines por debajo de cualquier virtud (en pocas palabras, siempre será a través de intereses personales), y generalmente, dichos intereses siempre se resumen en una sola cosa: poder, pero no un poder que busca beneficiar a la gente, sino un poder encaminado a la satisfacción personal, al bien económico de unos cuantos, al emporio político de unos cuantos, o simplemente, es una búsqueda infantil de poder de aquéllos que no pueden controlarse a sí mismos y proyectan en los demás esa necesidad de controlar y manejar.
Con lo anterior, quiero enfatizar, que los verdaderos líderes, son aquéllos que muy por encima de la ambición, interés o conveniencias personales, actúan con base a la inteligencia, conciencia, amor y demás virtudes. Esto quiere decir que, los líderes basan sus acciones por encima del bien propio, generando un camino de verdad y trascendencia para sus “seguidores”.
Los líderes desde pequeños se caracterizan por no pensar como “la masa”, porque se dan cuenta que los patrones de programación (mal llamados educación, creencias y costumbres) esclavizan en cierto modo al ser humano, ya sea en lo político, social,  en lo económico, religioso y demás aspectos.
Con este pensamiento libre de esquemas, los líderes se desarrollan de manera diferente al común denominador, poseen una visión vasta y profunda generalmente sobre cualquier rubro, esto hace que su personalidad sea dominante (en un sentido positivo); reflejan seguridad, confianza, respeto, firmeza, virtud y es por ello que, esto los hace “dignos” de ser seguidos, y generalmente: una amenaza para el sistema, puesto que el sistema no busca líderes, sino programadores. Un claro ejemplo de esto, son todos los líderes asesinados por el sistema: Gandhi, Luther King, Lennon, Trotsky, John F. Kennedy, Lincoln, etc.
Ahora bien, la pregunta es: ¿el líder nace o se hace?; así como hay líderes que van creciendo con la misma vida (educándose y “haciéndose”), también existe la posibilidad (como en todo) de que las personas vengan predispuestas a serlo. Aquí se debe tomar en cuenta un razonamiento importante: se puede nacer con la predisposición de  ser líder, pero perder dicha capacidad por ser programado para ser “uno más del sistema”, o se puede no nacer con esa predisposición pero gozar de una educación tal, que forme a la persona poco a poco para irla convirtiendo en líder; en pocas palabras, no importa si se nace o no se nace, la educación es el camino que lleva al liderazgo.
Antes de finalizar, me gustaría recordar, que los líderes siempre están dispuestos a caer antes de que sus ideologías lo hagan, ya que, su interés por sembrar en los demás, los hace personas libres de miedos. Sus ideologías bien sustentadas y empapadas de virtud, son indestructibles, y marcan el camino para todos aquéllos que necesitan de una orientación sobre cualquier aspecto de sus vidas. No importa entonces que los líderes mueran, el camino que dejan es un camino lleno de verdad, sustentabilidad, seguridad y trascendencia.
Concluyo con dos pensamientos propios:
“Los líderes trascienden el tiempo con las enseñanzas que dejan en el inmortal camino de la vida, un camino que jamás termina por estar lleno de un constante aprendizaje”.
“No existe líder que no se conozca a sí mismo, que carezca de virtud o que no sepa el porqué de su caminar; el líder cuya alma trasciende al tiempo, es aquél con conciencia, inteligencia, amor y decisión, y eso…es indestructible para el mismo tiempo e inmortal para la misma vida”.

Twitter: @ElPsicosofo
Nadim David - Contenidos EMET