Columna: *Hablar de más*

Luego de la jornada electoral reciente en Michoacán, el cierre de casillas receptoras de votos y la irresponsable declaración de los contrincantes y sus dirigentes de partido de exponerse al mismo tiempo como triunfadores de la elección

Luisa María Calderón, quien contendió por el Partido Acción Nacional (PAN) para el gobierno de Michoacán, equivocó la estrategia al declararse ganadora –al igual que el contendiente priísta y el perredista-- una vez que se cerraron las casillas de recepción de votos, el domingo pasado por ahí de las seis de la tarde.

Pero el caso de “La Cocoa” es patético.  Acompáñeme por favor:

En campaña de promoción electoral, Luisa María se advertía próxima gobernadora de Michoacán, pues confiaba y hacía patente que los ciudadanos michoacanos votarían decididamente en mayoría por la oferta que ella representaba  y pese a que se le citó en el Ministerio Público de la Fiscalía Especializada de Atención a Delitos Electorales (FEDE) de la Procuraduría estatal de justicia para aclarar irregularidades de campaña como la repartición de una tarjeta de descuento con respaldo blanquiazul nombrada “La Ganadora”, se reservó su derecho a declarar, ya que Calderón aseveró que no existía delito alguno y que esas citaciones lo único que provocaban era quitarle credibilidad a todo el proceso electoral.

Luego de la jornada electoral reciente en Michoacán, el cierre de casillas receptoras de votos y la irresponsable declaración de los contrincantes y sus dirigentes de partido de exponerse al mismo tiempo como triunfadores de la elección al basarse en los resultados de encuestas a modo, es Luisa María la más rebelde ante los resultados.

Está abonando con su actitud y declaraciones, a quitarle credibilidad a los resultados de los comicios michoacanos a lo que dijo no querer contribuir cuando se negó a rendir una declaración a citación del Ministerio Público de FEDE.

Cuando los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) respecto a la elección para gobernador en Michoacán le otorgó el triunfo al priísta Fausto Vallejo, rápidamente la señora Calderón dijo desconocer los resultados y que esperaría el conteo oficial de los votos, y que además era claro que el narco era el que había ganado las elecciones en la entidad en disputa.  ¿No suena esto contradictorio?

Qué tal si el recuento oficial realizado por el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), en esas vueltas que da la vida –o las manos poderosas que operan las decisiones políticas— le dan a ella al final el triunfo, pues la propia Luisa María Calderón señala que la diferencia de votos entre ella y el ganador virtual, el priìsta Fausto Vallejo, es mínima, de apenas unos votos.

De tener el desenlace anterior el conteo final, ¿seguirá vociferando Calderón que el narco ganó en Michoacán?

En otra vertiente.  ¿Acaso Luisa María no advierte que con estas declaraciones sobre la jerarquía de los criminales en el terruño de Felipe Calderón, lo deja a él y a su estrategia de “guerra contra el narcotráfico, muy mal parado?

Acta Divina… A sólo horas del cierre del PREP, la contendiente panista al gobierno de Michoacán, Luisa María Calderón y el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, denunciaron la intromisión del crimen organizado en las elecciones de Michoacán.  “Cocoa” Calderón aseveró que desde hace dos semanas se presionó a los panistas para no votar por su opción.

Claudia Rodríguez - Opinión EMET