Columna: *Calderón busca negociación con AMLO para evitar ser enjuiciado*

Hoy, muchas de esas voces hablan de manera contraria y no solo le conceden grandes posibilidades y se presume una cerrada contienda contra el PRI, eliminando al PAN de ella –con y sin la Vázquez Mota-

En los lugares a los que acostumbra asistir la clase política, algunos empresarios, asesores de gobiernos, periodistas, etcétera, hace apenas un par de semanas y como discurso constante se hablaba de “lo bueno” que sería para la izquierda mexicana que López Obrador se retirara y le dejara el camino libre a Marcelo Ebrard, que se convirtiera en el eje moral de, tal vez, un nuevo gobierno.

Aseguraban que no había mucho que hacer. Y todavía la semana anterior seguían tejiéndose las leyendas negras y se minimizaba el gran acuerdo que tuvo lugar en Monterrey y que acercó a una buena parte del pueblo representada por AMLO y ese sector rancio, crítico e incluso enfrentado con su pensamiento conformado por los empresarios.

Hoy, muchas de esas voces hablan de manera contraria y no solo le conceden grandes posibilidades y se presume una cerrada contienda contra el PRI, eliminando al PAN de ella –con y sin la Vázquez Mota-, sino que se aventuran a advertir que un acuerdo, un arreglo, un convenio o una negociación que quisiera realizar Calderón para evitar ser brutalmente enjuiciado estaría dispuesto a realizarla nada menos que con el personaje que después de cinco año lo sigue considerando ilegítimo, ya que sus rencores hacia el PRI son muchísimo más profundos.

También se habla de una negra jornada de todo un fin de semana y se asegura que las encuestas que le daban el triunfo a AMLO se conocían desde la madrugada del sábado y que esos tres días, hasta llegar al momento del anuncio el martes, fueron de intensas negociaciones con Marcelo Ebrard, quien se negaba a aceptarlas y de ahí que manejara un doble lenguaje al aceptar su derrota. Todavía algunos esperan que, de resultar candidato Ernesto Cordero, el jefe de gobierno capitalino de otra pataleta ya que se ha visto claramente su inclinación tanto por el ex de Hacienda como por la siglas panistas.

De entre todas estas referencias habrá que subrayar la expresada por el aspirante de las izquierdas al referirse a un documento “apócrifo” que le fue entregado a Emilio Azcárraga, en el que se hacia referencia a todas las empresas de Televisa y en el que López Obrador acordaba expropiar a la televisora. Mucha gente, dijo, se creyó todas esas mentiras que incluían la de que “yo era un peligro para México”. Sobre si su intención es convertirse en el Lula de México, sostuvo: “sí, cada quien con sus características”.

Lilia Arellano