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AMLO contra los candidatos de la derecha

AMLO contra los candidatos  de la derecha
López Obrador sabe, está cierto, de que habrá de contender contra Enrique Peña Nieto y la operación que en su apoyo realicen los gobernadores priistas y tal vez hasta los panistas, en un afán de salvaguardar su pellejo en un cambio



En las primeras horas de este día se supo de la aceptación de Marcelo Ebrard sobre el triunfo de López Obrador y no hubo momentos de duda no sólo para reconocerlo sino para advertir que dará un respaldo total y absoluto al tabasqueño, de ahí que fuese el por segunda vez candidato presidencial quien expresará: Ebrard, “además de ser un buen amigo, compañero, es un dirigente político extraordinario, excepcional. Ha demostrado con hechos poner por encima de sus legítimas aspiraciones personales, el interés general, los anhelos de millones de mexicanos de que con la unidad de la izquierda se facilite, sea posible, la transformación de la vida pública de México”.
Tal parece que los resultados de la elección de Michoacán han servido para esta reubicación de fuerzas. La corriente de “los chuchos”, incrustada tanto en la dirigencia nacional como en varias Entidades, se ha percatado nuevamente, como sucedió hace seis años, que requiere de un candidato con la fortaleza suficiente para enfrentar, sin temores, toda una estructura y una maquinaria pesada como la que posee el PRI y sus aliados y, así también, les quedó suficientemente claro que no es con sumas millonarias y estrategias de compra de conciencias y votos que se logran disminuir las heridas que los errores del panismo han provocado en los ciudadanos.
Un elemento más que impide que “los chuchos” vuelvan a mostrar adhesiones tan abyectas como las que venían manifestando con la derecha, se da en la necesidad de conservar sin lugar a dudas lo que para ese partido significa la “joya de la corona”, es decir, la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.  De ahí que tanto el dirigente nacional como la segunda de abordo dentro del CEN perredista, Jesús Zambrano y Dolores Padierna, respectivamente, salieran juntos a declarar y a proclamar a López Obrador como su candidato.
Al conocer el tabasqueño la posición asumi`a por el jefe de gobierno capitalino, sostuvo: “Marcelo nos está dando una lección como ser humano y como un político, además como gobernante reconocido por todos, por eso, he aceptado su recomendación de crear en lo inmediato un Frente Amplio Progresista, invitando a participar al PRD, al PT, al Movimiento Ciudadano, así como a Morena y a quienes están convencidos de que México y su pueblo merecen un mejor destino, se trata de construir ahora si un Estado social y democrático de derechos… incluyente, en un lugar para todas y todos los mexicanos”.
Y en ese tenor habrá que puntualizar en un renglón que permite guardar la esperanza de que a partir de ahora las conductas políticas tengan un cambio. Hasta ahora y de políticos de todos los partidos y de todos los colores, los ciudadanos hemos sido testigos de una verborrea brutal, de promesas incumplidas y de una absoluta falta de cumplimiento a la palabra y, el “carnal” Marcelo simplemente cumplió en tiempo, en forma, en discreción y asumiendo un papel sumamente responsable, no sólo frente al proceso electoral que se avecina sino frente a millones de mexicanos que están ciertos de la necesidad de un cambio que les devuelva, en principio, la esperanza de un mejor futuro.
Desde Washington, Enrique Peña Nieto no tardó en expresar, de acuerdo con su personalidad, su posición –nada novedosa- de estar dispuesto a enfrentarse con quienes resulten candidatos por el resto de los partidos políticos. Sus planes y proyectos sobre lo que debe ser la conducción del país en el próximo sexenio revelan que por lo pronto la izquierda no enfrentará a uno sino a dos candidatos de derecha, a dos personajes dispuestos a continuar la privatización de las áreas estratégicas nacionales bajo el argumento de lograr un mejor desarrollo económico. El hecho de presentar un solo discurso y una opción clara para combatir a los otros dos contrincantes es un elemento que facilitará la suma de más voluntades al proyecto lopezobradorista.
Ahora más que nunca ya pueden tener una visión clara de que el manejo de las estructuras será fundamental en esta contienda, por lo que los errores cometidos en el 2006 relacionados con la vigilancia y la operación dentro de las casillas deben evitar que se repitan. Por lo pronto, López Obrador sabe, está cierto, de que habrá de contender contra Enrique Peña Nieto y la operación que en su apoyo realicen los gobernadores priistas y tal vez hasta los panistas, en un afán de salvaguardar su pellejo en un cambio que podría despojarlos del poder actual. La operación del 2006 puede repetirse pero con distintos colores.
Por lo que respecta al PAN, su dirigencia continúa esperando que se pase el proceso de enojo, de furia, de su principal representante para poner situaciones y probables soluciones apegadas a la realidad de manera clara. Entre ellas aparece ese pequeño detalle que es que ese partido irá solo, que enfrentará coaliciones y que por ende necesita, requiere de un abanderado que pueda dejar constancia de un cambio sin necesidad de deslindarse ofensivamente del inquilino actual de Los Pinos y, al parecer, lo distinto en la contienda para los blanquiazules solo estriba en poner a competir a una mujer, es decir, a la Vázquez Mota.<+div>
Todavía faltan reacciones por venir y se habla de varias líneas. Una de ellas el consabido ataque y cierre de casos contra los priístas; en otra, la exhibición no menos fuerte de sus ex aliados perredistas; y una tercera habla de la urgencia de protegerse, de autoprotegerse, de blindarse, de Calderón, y dejar que las elecciones transcurran con el consabido acuerdo de libertad de por medio efectuado con las fuerzas priístas. Son pocos los que consideran que todavía pueden en EU apoyar al michoacano en su intentona de evitar el proceso del 1 de julio del próximo año, aunque eso también podría depender de quien ocupe la Casa Blanca en enero. Esto, apenas comienza.
Lilia Arellano - Opinión EMET