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Lula, quien llegó al hospital con un fuerte dolor de garganta que se le había agravado desde el pasado lunes, fue sometido durante el día a diversos exámenes que comprobaron la existencia de un tumor de unos tres centímetros en su laringe, explicaron los galenos.
La confirmación del cáncer fue comunicada por el centro médico, mediante un boletín autorizado por el propio Lula, quien según dijeron algunos de sus amigos a la prensa, quiere que el asunto sea tratado "con la mayor transparencia".
Según el comunicado del Hospital Sirio Libanés, el expresidente, que regresó a su domicilio al caer la noche, será sometido a un tratamiento de quimioterapia que incluirá varias sesiones durante unos tres meses y comenzará el lunes próximo.
El director del Departamento de Oncología del Hospital Sirio Libanés, Paulo Hoff, uno de los que asiste al ex mandatario, dijo que el paciente recibió la noticia con preocupación, pero que mantiene un buen ánimo y se mostró "obediente" con los médicos.
Según algunos amigos, Lula se había quejado en los últimos días de dolores de garganta y de un agravamiento de su habitual ronquera, lo que le llevó a decidir consultar a un especialista.
Una de las personas que lo visitó mientras estuvo hospitalizado fue el ministro de Hacienda, Guido Mantega, quien dijo que lo vio de "buen humor" pese a la "preocupación lógica", que usaba una máscara de oxígeno para facilitar su respiración y que aún así conversaron "un poco", pues los médicos recomendaron que evite hablar demasiado.
Lula recibió muestras de cariño y solidaridad de todo el espectro político brasileño, que incluyeron mensajes de sus partidarios, sus opositores, sindicatos, organizaciones patronales y los más diversos grupos de la sociedad civil.
Uno de los mensajes más sensibles fue divulgado por la jefa de Estado, Dilma Rousseff, ahijada política de Lula y quien hace dos años fue tratada en el mismo centro médico de un cáncer linfático del que los médicos dicen que ya está totalmente repuesta.
En su nota, la presidenta se refirió a Lula como "un líder, un símbolo y un ejemplo para todos", que con "su fuerza, determinación y capacidad de superación de adversidades va a vencer este nuevo desafío" y podrá retomar sus actividades en un corto plazo.
"Como presidenta de la República y ex ministra del presidente Lula, pero sobre todo como su amiga, compañera, hermana y admiradora, estaré a su lado con mi apoyo y amistad para acompañarle en la superación de este nuevo obstáculo", concluye el mensaje.
Los mensajes de aliento también le llegaron a Lula desde Asunción, donde hoy concluyó la XXI Cumbre Iberoamericana.
"A Lula, ojalá que pueda vencer esta nueva batalla. Como un gran luchador que es, lo va a hacer", dijo el jefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa, después de que el presidente paraguayo, Fernando Lugo, anunciara la noticia sobre la enfermedad del líder brasileño.
Lugo también recomendó a los jefes de Estado y de Gobierno de los países iberoamericanos que cuiden mejor de su salud.
"Debemos ser controlados periódicamente porque nuestra salud muchas veces no la tenemos muy en cuenta", dijo Lugo, a quien se le diagnosticó en agosto de 2010 un cáncer linfático por el que recibió tratamiento en Brasil y Paraguay y del que dice estar ya curado
Revista EMET - EFE